En el banco del tiempo cada uno pone sus habilidades al servicio de los demás a cambio de recibir las habilidades de otro en su provecho. Ella es dentista y de éxito, como todos los dentistas. Él yonqui aunque sus habilidades son puramente amatorias. En este caso se trataba de un intercambio directo, tu a mi, yo a ti. Pensaron que lo mejor era que empezase él con su fuerte, con la boca anestesiada te puedes morder la lengua. Tras el magreo llegan las muelas. Por culpa de sus vicios fue imposible anestesiarlo, es muy peligroso aumentar la dosis, dijo ella. Decidieron cambiar el trueque, él ofrecía sus favores y ella le daba anestésicos, total un yonqui no necesita dientes trident.